Google & Akamai

Tan iguales y tan distintos. Simson Garfinkel (habría que preguntarle de dónde salió ese nombre y si es de verdad) los dibuja en este artículo como los representantes del culto al secretismo, al primero, y el adalid de la transparencia al segundo. Unos calificativos un tanto absurdos (sobre todo en el caso de Google). Sobre todo si tenemos en cuenta que su único argumento son un puñado de cifras incongruentes de una presentación.

Sí es cierto que ambos se han convertido en gigantes, en cuanto a infraestructura técnica: el líder de los motores de búsqueda, siguiendo con la filosofía inicial de la época universitaria de sus fundadores, ha reunido en sus Data Centers un montón de clusters construidos a base de ordenadores personales de gama baja de los más baratos del mercado, lo que les ha obligado al desarrollo de los algoritmos distribuidos de búsqueda, muy eficientes, que han significado su éxito sin paliativos. Akamai "sólo" gestiona unas 14.000 máquinas, distribuidas, eso sí, en unas 2.500 ubicaciones y también expuestas a Internet, aunque las dedica a mantener páginas Web, servicios de Streaming de contenidos... y a prestar servicios de infraestructura sobre su plataforma, Edge Computing Platform.

En principio, parece que ambas empresas están dentro de un modelo que algún otro chaval de Forrester ha querido bautizar como 'programmable Internet business channels'. Pudieran ser, además, potenciales beneficiarios de las posibilidades que ofrece la tecnología Grid, tanto en almacenamiento como en capacidad de proceso. También ambos han tenido que desarrollar unas soluciones de gestión distribuida propias, que les permitan manejar la enorme complejidad que presenta la plataforma tecnológica que manejan. Ahí está, por ejemplo, la contribución del Google File System, que pretendía ser el soporte tecnológico para el polémico servicio Gmail, o el trabajo original que los fundadores realizaran en Stanford y que sirviera de base para su motor de búsqueda.