Tal y como ocurriera en su momento con la tecnología UWB - IEEE 802.15 - en el proceso de desarrollo de la prometedora IEEE 802.11n, ya hemos llegado a la fase de consolidación. De las más de treinta propuestas presentadas hace un año, quedan dos posturas enfrentadas sobre la misma propuesta tecnológica - MIMO, Multiple Input Multiple Output - que se concretan en dos consorcios, TGn Sync - Agere Systems Inc., Atheros Communications Inc., C-cation, Inc., Cisco Systems, Inc., Infineon, InfoComm, Intel Corporation, InterDigital Communications Corporation, Marvell Semiconductor, Inc., MetaLink,,Mitsubishi Electric Co., Nortel Networks Corporation, Panasonic (Matsushita Electric Industrial Co. Ltd.), Qualcomm Inc., Royal Philips Electronics N.V., Samsung Electronics Co. Ltd., SANYO Electric Co. Ltd., Sharp Corporation, Sony Corporation, Toshiba Corporation, ATcrc/Wavebreaker, Wavion Networks - y WWiSE - Winbond Electronics Corp., Trellisware Technologies, Texas Instruments, ST, Realtek, Ralink, NTT, Nokia, Motorola, ITRI CCL, France Telecom, Hughes Network Systems, ETRI, Conexant, Buffalo Technologies, Broadcom, Airgo.
Lo que pasa, básicamente, es que todo el mundo está cachondo con las promesas del futuro estándar, con unas velocidades de transmisión mínimas de 100 Mbps y máximos por encima de los 300 Mbps. El porqué de la formación del segundo grupo, como una especie de escisión, alternativa al trabajo oficial del TGn, está en la discrepancia con el número de opciones y funcionalidades incorporadas en el estándar que, según el WWiSE debería ser mínima para mantener unos costes contenidos para los equipos. Su propuesta, pretende minimizar la complejidad del diseño - hay unos cuantos fabricantes de chipsets interesados - asegurar que se tienen en cuenta las tendencias en el mercado de terminales móviles - ahí están los fabricantes y operadoras para dejarse sentir - y no renunciar a una propuesta global a cambio de incluir funcionalidades mayores - hay cuestiones regulatorias que suponen ciertas limitaciones al diseño.
Lo que pasa, básicamente, es que todo el mundo está cachondo con las promesas del futuro estándar, con unas velocidades de transmisión mínimas de 100 Mbps y máximos por encima de los 300 Mbps. El porqué de la formación del segundo grupo, como una especie de escisión, alternativa al trabajo oficial del TGn, está en la discrepancia con el número de opciones y funcionalidades incorporadas en el estándar que, según el WWiSE debería ser mínima para mantener unos costes contenidos para los equipos. Su propuesta, pretende minimizar la complejidad del diseño - hay unos cuantos fabricantes de chipsets interesados - asegurar que se tienen en cuenta las tendencias en el mercado de terminales móviles - ahí están los fabricantes y operadoras para dejarse sentir - y no renunciar a una propuesta global a cambio de incluir funcionalidades mayores - hay cuestiones regulatorias que suponen ciertas limitaciones al diseño.
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