A continuación encontraréis la programación de la mañana e, insertos, mi crónica y mis comentarios. Dejaré para el final un espacio donde recopilar y consolidar los distintos puntos de vista puestos sobre la mesa y mis reflexiones sobre el tema.
DERECHOS DE AUTOR Y GESTIÓN DE CONTENIDOS EN INTERNET
Panel
10:00
PROPIEDAD INTELECTUAL DIGITAL
Gustavo Herrera Sancho
Responsable de Tecnología AFYVE / PROMUSICAE (Productores Musicales de España)
10:30
AUTORES, MÚSICOS Y ARTISTAS, SU PAPEL EN LA REVOLUCIÓN DE LOS CONTENIDOS
Caco Senante, Presidente de la Red de Organizaciones de Autores e Intérpretes de Música (ROAIM)
11:00
Copyleft, EN QUE CONSISTEN LAS LICENCIAS Creative Commons
Javier Candeira, Barrapunto
11:30
LOS PROPIETARIOS DE LOS CONTENIDOS EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
Teo Cardalda, Presidente de la Asociación de Compositores y Autores de Música (ACAM)
Gustavo, como tecnólogo, quiso centrar el tema de la jornada destacando seis puntos clave, de lo que llamó la "propiedad intelectual digital".
En el primer punto, la legislación, destacó tres cuestiones. El artículo 270 del Código Penal, en dos de sus apartados, el tercero - Art. 270.3 - referente a la ruptura de las protecciones incluidas en los soportes físicos para audio y vídeo - léase Content Scrambling System (CSS) ACPe y RipGuard DVD de Macrovision o MediaMax de SunComm - y el primero - Art. 270.1 - referente a la distribución material - matizado con la existencia de ánimo de lucro y perjuicio a terceros - además de tres artículos de la LSSI/CE, el Art. 15 acerca de la responsabilidad en la provisión del servicio acceso, el Art. 16 referente al alojamiento y el Art. 17 que se refiere a los proveedores de servicio que proporcionen enlaces a contenidos o instrumentos de búsqueda, con responsabilidad tras el conocimiento previo vía, normalmente, comunicación oficial. A modo de inciso, diré que hay un extracto con los artículos relevantes en Derecho de Internet.
En el segundo punto, acerca del necesario equilibrio entre creador y bien social, Gustavo nos llamaba la atención sobre ciertos conceptos del derecho anglosajón, como son el expuesto en la First-Sale Doctrine (introducida en la sección 109 de la U.S. Copyright Act) y Fair Use Principle (sección 107) introducidos ambos como limitaciones a los derechos exclusivos y que podrían jugar un papel importante en la balanza. Justificaba, además la necesidad de algún tipo de canon con unos datos, publicados en el Libro Blanco de la Música Española, editado por PROMUSICAE, que indican una relación aproximada de uno a tres entre el volumen de negocio del mercado musical (música tradicional grabada, nuevos mercados de música grabada, música en directo) y el generado por el mercado inducido (banda ancha, reproductores, radiofórmulas, bares y discotecas, producción publicitaria). Recuerdo también otro dato que esgrimía que era el porcentaje de inversión en I+D del sector que se encontraba cerca del 15%.
El tercer punto, muy pertinente y núcleo generador de multitud de debates, es el de la necesidad de innovar creando nuevos modelos de negocio adaptados a lo que es ya, hoy por hoy, una nueva realidad, un entorno nuevo que desafía el statu quo de la industria discográfica. Un punto que luego aparecería en el debate reiteradamente y que en esta presentación preliminar sólo apunto el paradigma de la destrucción creadora y la constatación de que están apareciendo, desde los propios usuarios, como no podía ser de otra manera, nuevas formas de consumo de los contenidos digitales en general y de la música en particular.
Otro punto destacado fue el de los sistemas de gestión de derechos digitales, Digital Rights Management, DRM. Me quedo con la definición propuesta de DRM como "cualquier tipo de control que el poseedor de una obra digital puede ejercer sobre la misma, una vez vendida". También con la distinción entre los sistemas de DRM total - con el prometedor lanzamiento de MPEG 21 como gran exponente - y parcial, donde aparecen los sistemas propios de marcas comerciales como M$, Apple o Real y las asociaciones sectoriales como la Open Mobile Alliance, OMA, que los clasifica en Forward-Lock (una sola descarga individualizada), Combined/Separate Delivery (que propone la separación de contenido y derechos, para una descarga combinada o por separado) y Superdistribution (donde el contenido se distribuye libremente entre los usuarios, que descararán los derechos a su discreción).
Los dos últimos puntos entraban de lleno en la última polémica que ha salpicado los titulares, el plan integral antipiratería que anunciaba la ministra Calvo no hace mucho. El ponente compartía con la audiencia una clasificación inicial de los tipos de piratería "digital" (sitios de promoción, o con enlaces a contenidos, fabricantes de aplicaciones para redes de intercambios de contenidos basadas en P2P y los uploaders o personas que ponen sus contenidos a disposición del público en esas redes "entre iguales"). Y, en su afán didactico, clasificaba también las medidas represoras al uso (cerrar sitios web y eleiminar archivos, demandar a empresas fabricantes de aplicaciones para redes P2P - con el caso paradigmático de MGM vs. Grokster - y, más grave, las demandas contra usuarios). El final fue un poco más triste, con aseveraciones del tipo "contenido de calidad = contenido de pago" - amén de un símil muy desafortunado con la prensa escrita - y un apoyo sin reservas al plan del gobierno.
En cualquier caso, una exposición muy clarita y estructurada que ayudaba a situar el debate.
Abría el fuego Caco Senante, presidente de la ROAIM, leyendo una ponencia apasionada, donde ponía de manifiesto el problema que tienen los creadores, autores, músicos y artistas para vivir dignamente de su talento. Manifestaba su preocupación por una revolución tecnológica, fundamentalmente debida a los avances en tecnologías de compresión y comunicación de la información, que amenaza con dejarlos abocados a vivir de los beneficios de la primera copia y los ingresos de las actuaciones. Reivindicaba el papel de las sociedades colectivas de gestión de los derechos de autor, como agentes cuya presencia se hace necesaria, para defender los intereses de los creadores, ante la falta de control sobre los contenidos que circulan por La Red. Quedaba claro su buena disposición ante las oportunidades que ofrece la Sociedad de la Información para los nuevos talentos, pero no a cambio de unos derechos básicos y fundamentales que aseguran, desde el convenio de Berna de 1886, que el autor de una obra pueda seguir la suerte de ésta, incluso después de su muerte. Me quedo con el problema de los intangibles y las diferencias, que se pondrían de manifiesto en numerosas ocasiones a lo largo de la mañana, entre las leyes de propiedad intelectual europeas y la norteamericana sobre el copyright.
Javier Candeira, el hiperactivo de Barrapunto, sería el encargado de introducir un elemento nuevo al debate. A él le correspondió la tarea de presentar las licencias Creative Commons. Y lo hizo de una forma breve y solvente, bajo mi punto de vista. Su ponencia que llevaba el título de "Creative Commons: el procomún creativo (también llamado copyleft)" reflejaba perfectamente la esencia del proyecto, presentándolo como una extensa gama de grises que se desplegaba entre los dos extremos - blanco o negro - del copyright (C) tradicional. Frente al "todos los derechos reservados" de la gran (C), está el "algunos derechos reservados" de (CC) tal como reza el vídeo promocional que Javier no pudo mostrarnos esgrimiendo ciertas limitaciones técnicas de su equipo. En cualquier caso, podéis consultar la crónica de la jornada de presentación de CC en Madrid, que se celebró en enero dividida en dos sesiones, la primera en La Residencia de Estudiantes del CSIC, teniendo lugar la segunda en El Círculo de Bellas Artes.
Teo Cardalda fue el siguiente ponente, interviniendo, al igual que Caco, más como músico que como presidente de una asociación, como es ACAM en su caso. La exposición de Teo siguió en cierto modo la línea abierta por Caco, expresando su preocupación por los mensajes que desde ciertos sectores se han enviado a los usuarios, relacionando Internet con el gratis total, impidiendo, por tanto, que los creadores "profesionales" puedan vivir de sus creaciones como cualqueir otro trabajador. Insistió en que las entidades colectivas de gestión de los derechos de autor no eran los malos de la película y calificó a los usuarios downloaders como clientes que se habían convertido en simples consumidores, poniendo en peligro el futuro de la música - un extremo que fue matizado desde la audiencia por Nacho Escolar, con una actitud bastante más beligerante frente a la posición de las SGAE, con el que sería su mensaje en la mesa redonda, "no muere la música, muere el disco". Teo , al igual que Caco, se mostró ilusionado con las posibilidades que ofrece Internet y las nuevas tecnologías, pero señaló también el bajo índice de alfabetización de l colectivo de los músicos en nuestro país, un dato sobre el que nadie más incidió. Finalizó, para sorpresa de los que estamos acostumbrados a las soflamas de Nacho contra el modelo establecido por la industria, con un elogio de las bondades del plan integral contra la piratería, incidiendo en la piratería digital, más allá de los manteros y los mochileros.
Con la presencia de Nacho y algún otro miembro de la mesa redonda en la sala, el debate comenzaba de inmediato, dejando ya sobre la mesa varias cuestiones importantes.
Se perfilaba como uno de los temas a dilucidar el compromiso entre difusión de la obra creada y retribución por el uso de la misma: Internet no sólo permite que los usuarios se descarguen archivos musicales de forma gratuita, sino que también es un excelente canal para la promoción de nuevos talentos y para sustentar el íntimo placer de crear por amor al arte, como motivación fundamental del artista. Además se aportaban datos como el hecho de que los usuarios que descargaban música de las redes P2P compraban más que el usuario medio en las tiendas especializadas.
Frente a la tesis de Nacho "No muere la música, muere el disco" Caco insistía en que sí se producía la muerte del consumo de música como acto cultural, definiendo un poco más ese perfil del usuario que se convierte en simple consumidor de canciones, obviando, en cierta forma, su contexto cultural. En las réplicas se señalaba cómo, por el contrario, la propia red está facilitando que grupos y artistas individuales desconocidos para el gran público, tengan sitios web publicados por sus fans, donde se puede encontrar todo tipo de información. Yo pienso que, precisamente es esa interacción en la red la que permite a los propios usuarios realizar esa contextualización y no comprar el paquete que te vende la discográfica, con su compilación de temas y su propio criterio comercial como prioridad.
Se ponía también en duda la capacidad de los músicos para gestionar individualmente sus derechos de autor ante los grandes clientes. Un tema que sirviría como argumento de todo a cien para el representante de la SGAE en la mesa.
Lo que quedaba patente es que es eimperativo un cambio de modelo de negocio. Un extremo que se matizaría y puntualizaría de forma muy acertada en la mesa, que tenía el siguiente aspecto.
Mesa Redonda
12:30
MESA REDONDA SOBRE LA CADENA DE VALOR EN LOS CONTENIDOS DIGITALES
Moderador: Jesús Valbuena, Asociación de Usuarios de Internet (AUI)
Ponentes invitados:
Nacho Escolar, Compositor de Música y Periodista
Pepe Cervera, Periodista y Webloger
José Pérez, Director General de ASIMELEC
Pedro Farré, SGAE
Pepe Cervera, conocido por El Retiario, el blog del Navegante en El Mundo, y como precursor de Baquia, entonó, como usuario de Internet su petición a los legisladores. Ante un cambio patente en la realidad, se exige la transformación de unas leyes, diseñadas a la medida de una industria , anclada en un modelo de negocio que funcionaba muy bien tras la última revolución causada por la llegada del disco. Pero esa exigencia va acompañada de una petición, "hagan ustedes lo que tengan que hacer pero, por favor, no se nos legislen encima". Pepe, muy elocuente, como siempre, supo exponer la esencia del cambio que se ha producido: de un modelo donde había unos pocos productores e intermediarios empujando productos comerciales a un gran público de consumidores y usuarios, hemos pasado a otro modelo, donde interactúan una multitud de consumidores/productores de muchas y diversas formas, fruto de la innovación que se produce en la propia red. Yo diría que existe un cambio de paradigma, pasamos de un modelo de difusión de contenidos a otro de compartición y, evidentemente, los agentes con una posición consolidada ven peligrar la sostenibilidad de sus negocios; y hablamos de agentes con una posición de poder, económico, social y político importante. Tal como decía Pepe, hay que dejar espacio para que esos consumidores/productores exploren nuevas formas de consumir cultura.
Pedro Farré, abogado de formación y representante de la SGAE, mostraba inicialmente una postura del todo intransigente, centrada en la defensa del papel de la asociación como entidad sin ánimo de lucro, dedicada por entero a la defensa de los intereses de sus más de ochenta mil asociados y hablaba de "ese gran zoco de las redes P2P, promovido por la industria, que quiere vender más accesos de banda ancha y terminales, como el iPod..." Esgrimía el argumento de la incapacidad de los artistas para gestionar de forma individual los derechos derivados de sus obras, o pactar precios y tarifas con televisiones o radios. Desde mi punto de vista, resultaba curioso ver cómo era capaz de mostrarse inaccesible a propuestas para modificar el catálogo de servicios de la SGAE al mismo tiempo que exponía argumentos muy rigurosos y acertados, como la puntualización que tuvo que hacer acerca del mal llamado "derecho" de copia privada - puesto que realmente se ectrae como una limitación de los derechos exclusivos - o la afirmación, bastante más profunda de lo que pudiera parecer, de que la esencia de la Sociedad de la Información y el Conocimiento está en los contenidos, en los mensajes que circulan por la infraestructura tecnológica.
Un inciso. No os perdáis la entrevista con Pedro Farré que, realizada por Ignacio Escolar, publicaba Informativos Telecinco con fecha del jueves. Incluye el vídeo en streaming.
La intervención de Eduardo Béndala, representando a Recoletos e impulsor del proyecto , hoy inactivo, GEDEPRENSA, sirvió para poner sobre la mesa los problemas que aquejan, dentro del mismo ámbito de los derechos de autor, al sector editorial de prensa escrita. Unos problemas que Eduardo resumió en tres puntos fundamentales: el mal entendido derecho de cita (del que se obvia normalmente el imperativo de ser utilizado con caracter docente o académico) el "derecho" de realizar copias privadas de una obra protegida y los borrosos acuerdos que rigen la cesión de derechos entre colaboradores y editores. Aparte de esta exposición, las intervenciones de Eduardo estuvieron dirigidas al tema de los resumenes de prensa (para consumo interno o como servicio) en particular y la ilegalidad del Press Clipping en general, un tema que tocaba también de cerca al moderador de la mesa, pues es director de desarrollo de negocio para acceso.com. En el debate se hacía mención luego del Deep Linking (los enlaces tan habituales, por ejemplo, en la blogosfera y que aportan profundida a las anotaciones) práctica que sí saludaba con entusiasmo el ponente, razonando en términos de visitas inducidas a su sitio web.
El derecho de cita merecería un capítulo aparte, con el malestar causado entre los editores de periódicos, por la impunidad con que desarrolla su negocio Periodista Digital, amparándose en un derecho que, con la nueva redacción del Art. 32 de la Ley de Propiedad Intelectual, que se ha filtrado a la prensa, queda bastante limitado.
Lo cierto es que su presencia en la mesa era de agradecer pues, lejos del enfrentamiento, planteaba una colaboración más estrecha entre editores y proveedores del servicio de clipping o revista de prensa, de manera que éstos remuneren a los primeros, en virtud de los derechos que tienen sobre los contenidos que utilizan a cambio de disponer de los mismos directamente en formato digital, antes de que se publiquen en papel, contribuyendo así a la aportación de valor en la cadena de consumo de información. Otra propuesta interesante, era un acuerdo entre los editores para la separación de contenidos y plataformas de publicación o de entrega de contenidos; una propuesta de la que deberíamos tomar buena nota.
Nacho Escolar cerraba la primera ronda de intervenciones, arremetiendo contra la SGAE, su carácter de sindicato vertical y su falta de representatividad de un colectivo muy diverso. Mostraba su inquietud por la obsesión de la asociación de exigir la gestión en exclusividad de todos los derechos derivados de las obras de los creadores, sin ofrecer la posibilidad de que un artista opte por reservarse "algunos derechos". Esa imposibilidad de elegir entre la amplia gama de grises que ofrece hoy la tecnología a la hora de distribuir, compartir y dar a conocer tu obra es lo que en mi opinión está dejando a la SGAE en una situación comprometida. En síntesis yo me quedaría con su mensaje, "no muere la música, muere el disco" que describe muy bien la verdadera naturaleza de la crisis que ha provocado en la industria musical el advenimiento de una tecnología disruptiva, acelerando la desintermediación de un sector especialmente sensible, como es el de los contenidos. Aunque habría que destacar también de la intervención de Nacho, la mención que realizara de los blogeros, como colectivo apreciable de autores - alrededor de 40.000 en España - que ya hoy han - hemos - optado por hacer disponible su - nuestra - obra en la red, bajo el modelo innovador de las licencias CC.
Del debate que seguía a la exposición inicial, me gustaría destacar aquí los mensajes y palabras mágicas que quedaron flotando en mi aletargado cerebro, antes de que se me olviden.
El representante de ASIMELEC insistió en una apreciación, a mi modo de entender fundamental, y que está en la base de las opiniones vertidas acerca de la controvertida LSSI/CE. Y es que la legislación no debe ser específica para Internet, sino que la legislación existente, debe adaptarse para contemplar las peculiaridades de un nuevo medio "virtual", la red, donde se siguen cometiendo los mismos delitos contra la propiedad que se dan en el medio físico "real" en el que vivimos.
No me resisto a repetir la petición de Pepe y el mensaje de Nacho:
"Por favor, no se nos legislen encima."
"No muere la música, muere el disco."
Una cuestión que creo me sugería Caco con su ponencia:
¿Por qué les pagamos a los creadores? ¿Por su talento o por su trabajo?
En definitiva, se hace patente que el nuevo entorno que se conforma con Internet como medio de comunicación universal y los nuevos patrones de consumo de información, de música y de contenidos digitales en general, junto con los avances tecnológicos, dibujan un panorama muy propicio para la innovación de usuario y no podemos permitir, que un sistema regulatorio anquilosado, anclado en el pasado y condicionado por una industria cuyo poder de facto, trasciende el ámbito económico y empresarial, nos acabe ahogando con leyes anacrónicas que en ningún momento han tenido en cuenta al ciudadano de este Sociedad de la Información y el Conocimiento que intentamos construir entre todos.
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