Esta semana, del 19 al 21 de abril he seguido el pequeño ciclo de conferencias magistrales que el profesor Nathan Rosenberg ha impartido en Madrid, gracias a la invitación y la organización de la Fundación BBVA. La próxima semana, concluirá su periplo por España con otras dos conferencias en Bilbao, sobre el mismo tema que inspiraba las sesiones en Madrid, "Universidades e innovación en la sociedad del conocimiento".
Así que, puesto que las tres ponencias a las que he tenido la oportunidad de asistir, mostraban aspectos complementarios del mismo tema, me ha parecido buena idea traer aquí la referencia de las mismas y una reseña a modo de conclusión, facilitando, además, el acceso de los posibles interesados.
En la primera de las conferencias, con el título de "Universidades emprendedoras de Norteamérica", el profesor Rosenberg exponía las que, a su juicio, constituían las características diferenciales de las universidades en EE.UU. con respecto a la Europa continental y que marcaban el carácter emprendedor de aquéllas, un atributo esencial, dado el papel que desempeñan en la economía del conocimiento. La tesis expuesta por el ponente establecía como característica fundamental la extraordinaria capacidad de respuesta - responsiveness - de unos centros académicos con un grado de autonomía y profesionalización administrativa desconocido en Europa, que se habían convertido en verdaderas universidades dirigidas por la fuerza de los mercados y orientadas a dar respuesta a las demandas de los sectores industriales más pujantes - market-driven universities.
La segunda ponencia, "¿Por qué las empresas pequeñas?", pretendía llamar la atención sobre la importancia vital que tienen las pequeñas start-up en el sistema de innovación de EE.UU., relacionándolas con el carácter emprendedor de los centros académicos de investigación que había glosado el primer día. En esta ocasión, Rosenberg abordó su ponencia a partir del papel que el tamaño había tenido históricamente para la innovación en las organizaciones empresariales, tocando los argumentos de Marx, Schumpeter, Chapman o el propio Gordon Moore. Así mismo, dedicó parte de su tiempo a glosar las características del entorno regulatorio norteamericano que habían conseguido, a lo largo de la historia, construir un sistema de mercado, donde eran tan importantes, las grandes corporaciones, como las pequeñas iniciativas empresariales, surgidas en un entorno - constituido por aquéllas universidades emprendedoras recubiertas por un tejido de inversores de capital riesgo, Venture Capitalists - abonado para la innovación.
En la última sesión y bajo el título "Ciencia y tecnología: ¿en qué sentido circula la causalidad?" se abordaba un tema que el profesor Rosenberg ha investigado profusamente, la endogenización de la ciencia. La tesis del ponente considera que el flujo causal, que tradicionalmente se ha considerado desde la ciencia hacia la tecnología - con la consideración de las ingenierías como poco más que ciencias aplicadas - también fluye en sentido contrario, es decir desde la tecnología hacia la ciencia. ¿Cómo es esto posible? Porque la endogenización de la ciencia, hace posible que un cambio tecnológico suficientemente profundo, transforme por completo las prioridades científicas de investigación. Algo que sólo es creible en un sistema de mercado, que ha conseguido institucionalizar una de las más importantes innovaciones organizativas de la última mitad del siglo pasado, como es, sin duda, la aparición de los centros de investigación empresariales, los laboratorios corporativos - Corporate Labs. Como ejemplo paradigmático se citó el caso del transistor, un producto nuevo que produjo un cambio tecnológico que, a la postre inició un desarrollo explosivo en el campo de la física del estado sólido. En el debate, el conferenciante leegaba a proponer la existencia de una relación dialéctica - en el sentido marxista - entre ciencia y tecnología, una idea francamente "alentadora"
Si alguien puede asistir a las sesiones en Bilbao y quiere contribuir con su crónica o sus apreciaciones, será bienvenido. El tema de la innovación y el cambio tecnológico es algo que me apasiona y me resulta intelectualmente estimulante.
Technorati tags: Rosenberg lecture innovation
Así que, puesto que las tres ponencias a las que he tenido la oportunidad de asistir, mostraban aspectos complementarios del mismo tema, me ha parecido buena idea traer aquí la referencia de las mismas y una reseña a modo de conclusión, facilitando, además, el acceso de los posibles interesados.
En la primera de las conferencias, con el título de "Universidades emprendedoras de Norteamérica", el profesor Rosenberg exponía las que, a su juicio, constituían las características diferenciales de las universidades en EE.UU. con respecto a la Europa continental y que marcaban el carácter emprendedor de aquéllas, un atributo esencial, dado el papel que desempeñan en la economía del conocimiento. La tesis expuesta por el ponente establecía como característica fundamental la extraordinaria capacidad de respuesta - responsiveness - de unos centros académicos con un grado de autonomía y profesionalización administrativa desconocido en Europa, que se habían convertido en verdaderas universidades dirigidas por la fuerza de los mercados y orientadas a dar respuesta a las demandas de los sectores industriales más pujantes - market-driven universities.
La segunda ponencia, "¿Por qué las empresas pequeñas?", pretendía llamar la atención sobre la importancia vital que tienen las pequeñas start-up en el sistema de innovación de EE.UU., relacionándolas con el carácter emprendedor de los centros académicos de investigación que había glosado el primer día. En esta ocasión, Rosenberg abordó su ponencia a partir del papel que el tamaño había tenido históricamente para la innovación en las organizaciones empresariales, tocando los argumentos de Marx, Schumpeter, Chapman o el propio Gordon Moore. Así mismo, dedicó parte de su tiempo a glosar las características del entorno regulatorio norteamericano que habían conseguido, a lo largo de la historia, construir un sistema de mercado, donde eran tan importantes, las grandes corporaciones, como las pequeñas iniciativas empresariales, surgidas en un entorno - constituido por aquéllas universidades emprendedoras recubiertas por un tejido de inversores de capital riesgo, Venture Capitalists - abonado para la innovación.
En la última sesión y bajo el título "Ciencia y tecnología: ¿en qué sentido circula la causalidad?" se abordaba un tema que el profesor Rosenberg ha investigado profusamente, la endogenización de la ciencia. La tesis del ponente considera que el flujo causal, que tradicionalmente se ha considerado desde la ciencia hacia la tecnología - con la consideración de las ingenierías como poco más que ciencias aplicadas - también fluye en sentido contrario, es decir desde la tecnología hacia la ciencia. ¿Cómo es esto posible? Porque la endogenización de la ciencia, hace posible que un cambio tecnológico suficientemente profundo, transforme por completo las prioridades científicas de investigación. Algo que sólo es creible en un sistema de mercado, que ha conseguido institucionalizar una de las más importantes innovaciones organizativas de la última mitad del siglo pasado, como es, sin duda, la aparición de los centros de investigación empresariales, los laboratorios corporativos - Corporate Labs. Como ejemplo paradigmático se citó el caso del transistor, un producto nuevo que produjo un cambio tecnológico que, a la postre inició un desarrollo explosivo en el campo de la física del estado sólido. En el debate, el conferenciante leegaba a proponer la existencia de una relación dialéctica - en el sentido marxista - entre ciencia y tecnología, una idea francamente "alentadora"
Si alguien puede asistir a las sesiones en Bilbao y quiere contribuir con su crónica o sus apreciaciones, será bienvenido. El tema de la innovación y el cambio tecnológico es algo que me apasiona y me resulta intelectualmente estimulante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario