sábado, abril 05, 2008

10.000

No, no es una crítica de esa película de mierda; ni he decidido denominar las entradas de este blog con números... No. Se trata del número que usaban en un titular de garrafón que me he encontrado hoy, mientras disfrutaba de una tarde aciaga, como otra cualquiera. El caso es que, leyendo el artículo, que bajo el telegráfico título de "Faltan 10.000 expertos en tecnología", publicaba madri+d, no he podido aguantarme y he tenido que lanzarme a escribir esta incendiaria referencia para evitar que me estalle una vena del cerebro.

¿"Expertos en tecnología"? ¿Qué hostias es eso? ¿expertos de qué? ¿en qué tecnología? El subtítulo lo arregla: "el sector de las tecnologías de la información ha dado la voz de alarma" ¿Alarma de qué? ¿Qué coño de alarma? "España sufre una falta grave de profesionales altamente cualificados que la patronal Aetic cifra en unos 10.000". Me parto la caja de la risa (lo que vienen siendo las costillas) joder. Profesionales "altamente cualificados"; que luego resulta que pueden llegar a ser 25.000 si sumamos los de cualificación baja y media; y hasta 800.000 si hablamos de la Europa de los 27.

Ya hemos hablado de esto antes. Ahora va a resultar que el sector de la consultoría tecnológica, al que se refiere la ¿noticia?, es EL sector de las tecnologías de la información, las infotecnologías. Lo más divertido son los argumentos. Resulta que las consultoras, acostumbradas a pillar --fundamentalmente- telec@s e informátic@s para las ya clásicas "pasantías" de l@s ingenier@s recién egresados, están un tanto jodidas porque no les salen las cuentas: "no competimos hoy por los clientes; lo hacemos por los profesionales" se lamentan, según una cita del artículo de marras. Se quejan de que los salarios han crecido un 25 % mientras los márgenes comerciales caen entre 5 y 8 puntos porcentuales. ¿Qué pasa? ¿Ya nadie recuerda que, según datos de la propia patronal de las consultoras, AEC, en 2004 se pagaban los mismos sueldos que tres lustros atrás?

Más datos divertidos: "de 2005 a 2006, el número de profesionales del sector creció un 7,2% y el gasto de personal un 12,4%; mientras la facturación por empleado subió sólo un 0,7%" ¿Qué pasa? ¿Os molesta la competencia? ¿No sabéis gestionar la operativa de vuestro negocio? La rotación se dispara... Joder, ¡Qué putada! No somos capaces de retener a un chaval de veintipocos, que ha pasado los mejores años de su vida en el seno de unas instituciones educativas decimonónicas, que nada o poco tienen que ver con la realidad empresarial, lidiando con la implantación de sistemas de información de palo en los clientes más variopintos, por un salario misérrimo que languidece frente al del trabajador que le hace obra en su piso recién hipotecado...

¿Quién será el culpable? Tod@s; la culpa es de tod@s: mía, tuya, del que tienes al lado, del gerentillo que intenta sobrevivir negociando un sueldo que no tiene poder para cambiar, del director, de la patronal, de los colegios profesionales que no saben comunicar el papel social de sus asociados y colegiados, de las universidades incapaces de motivar a sus miembros... de tod@s. Acéptalo.

Dudo mucho que ese déficit de profesionales se refiera, no ya en exclusiva, sino ni siquiera en su mayoría, a perfiles profesionales de alta cualificación o cómo se les quiera llamar a l@s ingenier@s. El desconocimiento generalizado del sistema educativo y de la variedad de perfiles de los que se puede echar mano para cubrir las verdaderas necesidades operativas de un tipo de empresa que ha vivido acostumbrada a unos márgenes comerciales irreales es un factor fácil de corregir y con un impacto directo en esta situación; la toma de conciencia de las universidades del escenario en el que se encuentran es un proceso más complicado, que se complicará más cuanto más tardemos en acometerlo.

Es que, por más que lo pienso es la hostia. Lo "alarmante" de la situación ha llevado a la patronal ---no puedo parar de reírme, ni de escribir- a hablar con el Gobierno y los sindicatos --es curioso el papel de deidad que se le sigue otorgando a estas dos instituciones industriales- para buscar medidas que solucionen el problema. ¿No sabéis gestionar vuestros ("recursos") humanos? El talento fundamental para hacer eso reside en saber encontrar el talento en los demás; y lo cierto es que a lo más que llegan l@s profesionales del sector es a reconocer --y sólo en muy contadas excepciones- las diferencias entre los distintos carnés sindicales (a.k.a. títulos y certificaciones académicas) de sus empleados; algo que poco, o nada, con toda seguridad cada vez menos tiene que ver con el talento.

Todavía estaremos, probablemente más de dos décadas, pagando el error gravísimo que cometimos al crear unas escuelas de ingeniería para tod@s --algo perfectamente comprensible dada la situación socio-económica del momento histórico en que se hacía- a partir de un modelo absolutamente elitista, pensado y optimizado para un@s poc@s profesionales que realmente necesitaban estar "altamente" cualificados. Pero todavía pagaremos más caro, a más corto plazo, el pecado de seguir insistiendo en un modelo de competencia en costes dentro de un mercado artificial que se autocontiene en uno de los esquemas proteccionistas más anacrónicos de los que podemos dar cuenta en nuestros días.

Y luego nos extrañamos de que los estudiantes declaren en un número creciente su intención de optar a un puesto en la administración, como funcionarios, para sobrevivir en una realidad compuesta de hipotecas sobre bienes inmuebles e ídolos con pies de barro y cerebros de lefa... De verdad, me doy asco. ¿Aun queréis saber por qué necesito el alcohol y el estado permanente de aturdimiento en el que me mantiene?

Sinceramente creo, siguiendo con la broma cinematográfica que iniciaba en mi cerebro enfermizo esta entrada, que la necesidad de profesionales altamente cualificados que tienen las consultoras mencionadas en el artículo, se acerca más bien a los "casi 300" de esa otra obra de arte manifiestamente mejorable mucho más cercana sin duda a la realidad que intentamos describir.

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