Todo el mundo empieza a tenerlo claro: la empresa transnacional es una realidad y eso hace que los modelos de servicio se apoyen en eso que los anglosajones llaman Global sourcing. La tendencia clara al off-shore outsourcing en el sector de TI en EE.UU. es sólo el ejemplo paradigmático de la aplicación práctica de las posibilidades que las TIC vienen prometiendo desde hace décadas. Una tendencia que se acelera de forma alarmante y que se convierte en un elemento importante en el desarrollo de los mercados emergentes: ya no sólo se trata de India, sino de Filipinas, Malasia, China, Rusia, los países de la europa central y del este... En cada región, en cada país, con sus matices y condicionantes específicos; pero todos, de alguna forma, siguiendo una evolución que los lleva a volcarse en la educación, la tecnología y las infraestructuras que favorezcan el establecimiento de las grandes multinacionales; aunque ya hoy muchos han aprendido de los modelos principalmente indio y taiwanés, de sus errores, sus aciertos y sus diferencias, buscando inculcar en su diáspora un caracter emprendedor que, junto con unas habilidades y competencias cada vez más depuradas, les permitirán competir y ganar en un mundo globalizado. Mientras tanto, los grandes nombres de los servicios de análisis económico y de mercado, como Gartner Group, Deloitte Research o Forrester Research intentan con sus análisis, definir tendencias y producir papel suficiente para llenar los titulares de los agregadores más visitados... Quizás deberíamos abstraernos de todo ese "ruido" e intentar sacar alguna enseñanza a partir de la observación y contrastación de este fenómeno en entornos diferentes. Podríamos considerar, por ejemplo, el caso de los mercados emergentes en Europa central y del este como "coto privado" para las potencias europeas que integran la UEM y las consecuencias que eso podría tener en relación con el desarrollo de renovadas políticas proteccionistas en la Unión Europea, o su impacto en las estrategias de internacionalización de algunas empresas. También se podrían considerar las consecuencias en política social y económica que ciertos modelos de crecimiento en países como India, donde se ha optado por olvidar las crecientes desigualdades sociales, en favor del desarrollo de infraestructuras alrededor de los parques tecnológicos como nodos de innovación capaces de atraer la inversión de las grandes multinacionales. Al final, desde el punto de vista de la gran empresa, y tal como se puede leer en el artículo de turno, no aprovechar la ventaja competitiva en costes que supone operar desde esos paises, sería hacer un mal servicio a los accionistas y eso, lo mires por donde lo mires, no es nada ético. Es normal, por otro lado, que en Europa, no tengamos la misma sensibilidad, por un tema que al otro lado del Atlántico se está utilizando como arma arrojadiza en pleno año electoral; y que, además, es una práctica habitual de las grandes empresas multinacionales desde hace mucho tiempo (aquí podéis leer un análisis un poco más racional de este tema).
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