Ayer tuvo lugar en el Hotel Wellington de Madrid la IV Jornada de Periodismo Coca-Cola, organizadas por la Asociación de Periodistas Europeos y patrocinadas por Coca-Cola. Bajo el título de "Periodismo digital. ¿Qué poder?, ¿qué responsabilidad?", la jornada, que ocupaba toda la mañana, se organizaba en dos mesas redondas, la primera, "El periodismo digital: ventajas e inconvenientes", donde se abordaba el impacto de Internet en la prensa tradicional que, aunque resulte increible, aún no han asimilado los grandes grupos de comunicación; y una segunda sesión, con el aberrante titular "El fenómeno de los blogs y los confidenciales. ¿Qué poder?, ¿qué responsabilidad?", donde, incomprensiblemente se ha mezclado el fenómeno de los blogs con los confidenciales, bajo un criterio tan peregrino como la responsabilidad en los contenidos sin firmar, según se puede leer en la introducción del anuncio oficial del congreso:
"Con la normalización de Internet, se han desarrollado fenómenos hasta entonces marginales como los confidenciales, blogs, etc. En definitiva, artículos sin firma de los que los medios no se responsabilizan, y en los que las personas agraviadas por la información vertida apenas encuentran resquicios donde reclamar. Dentro de este fenómeno se pueden distinguir dos tipos, el primero, englobaría a las páginas web que, aunque incluyan artículos sin firma, sí están enmarcadas en un contexto conocido, con directores con nombre y apellidos, y un segundo tipo, mas peligroso si nos preocupamos por la defensa de las libertades, incluiría las páginas privadas o individuales que se pueden crear de manera anónima y en las que se pueden difundir todo tipo de calumnias e insultos de manera impune. ¿Abusan estos nuevos medios populares del derecho de libertad de expresión?, ¿existe en Internet esa máxima del periodismo tradicional que es el derecho a la réplica?"
Juan Varela que, según puedo leer en una anotación anterior al congreso, se muestra bastante indignado por el título y el tratamiento que se pretende dar a los blogs, asistió a la jornada y nos ofrece hoy una breve crónica de lo acontecido:
La actualización constante y la capacidad de los lectores para modificar y condicionar los mensajes son los factores más relevantes del periodismo digital actual, según lo escuchado en las jornadas sobre periodismo digital de la Asociación de Periodistas Europeos.
Allí se vio a los periodistas de los grandes medios aferrarse a una labor de mediación cada vez más contestada y a los confidenciales intentando hacerse con huecos de poder y negocio en los entresijos más oscuros de la vida pública.
De otro lado, quienes creen que lo más valioso de la Red es el asalto de los ciudadanos a la información y los medios, la revolución democrática que supone y la exigencia de calidad y responsabilidad que demanda al periodismo tradicional y a los actores públicos en general.
El ministro de Industria, José Montilla, hablaría más tarde casi en representación de los "damnificados digitales" por los bulos, las calumnias y la desinformación.
El exabrupto de la jornada lo puso el abogado de la Sociedad General de Autores, Pedro Farré, que llamó a "erradicar el anonimato en la Red". Abusos de quienes creen que los derechos de propiedad y de autoría están por encima de las más elementales libertades que sustentan la democracia, y de quienes se sienten impotentes y aludidos por la irresponsabilidad de algunos internautas o medios poco rigurosos.
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"Con la normalización de Internet, se han desarrollado fenómenos hasta entonces marginales como los confidenciales, blogs, etc. En definitiva, artículos sin firma de los que los medios no se responsabilizan, y en los que las personas agraviadas por la información vertida apenas encuentran resquicios donde reclamar. Dentro de este fenómeno se pueden distinguir dos tipos, el primero, englobaría a las páginas web que, aunque incluyan artículos sin firma, sí están enmarcadas en un contexto conocido, con directores con nombre y apellidos, y un segundo tipo, mas peligroso si nos preocupamos por la defensa de las libertades, incluiría las páginas privadas o individuales que se pueden crear de manera anónima y en las que se pueden difundir todo tipo de calumnias e insultos de manera impune. ¿Abusan estos nuevos medios populares del derecho de libertad de expresión?, ¿existe en Internet esa máxima del periodismo tradicional que es el derecho a la réplica?"
Juan Varela que, según puedo leer en una anotación anterior al congreso, se muestra bastante indignado por el título y el tratamiento que se pretende dar a los blogs, asistió a la jornada y nos ofrece hoy una breve crónica de lo acontecido:
La actualización constante y la capacidad de los lectores para modificar y condicionar los mensajes son los factores más relevantes del periodismo digital actual, según lo escuchado en las jornadas sobre periodismo digital de la Asociación de Periodistas Europeos.
Allí se vio a los periodistas de los grandes medios aferrarse a una labor de mediación cada vez más contestada y a los confidenciales intentando hacerse con huecos de poder y negocio en los entresijos más oscuros de la vida pública.
De otro lado, quienes creen que lo más valioso de la Red es el asalto de los ciudadanos a la información y los medios, la revolución democrática que supone y la exigencia de calidad y responsabilidad que demanda al periodismo tradicional y a los actores públicos en general.
El ministro de Industria, José Montilla, hablaría más tarde casi en representación de los "damnificados digitales" por los bulos, las calumnias y la desinformación.
El exabrupto de la jornada lo puso el abogado de la Sociedad General de Autores, Pedro Farré, que llamó a "erradicar el anonimato en la Red". Abusos de quienes creen que los derechos de propiedad y de autoría están por encima de las más elementales libertades que sustentan la democracia, y de quienes se sienten impotentes y aludidos por la irresponsabilidad de algunos internautas o medios poco rigurosos.
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