Los chavales de CorporateBlogging, concretamente Fredrick, plantean una cuestión, a mi juicio interesante, que tiene que ver con la métrica que proponía el otro día.
Fredrick se cuestiona en su post cuál es la forma más adecuada para definir una conversación o, en términos más genéricos el carácter conversacional de la blogosfera. Es decir, ¿Qué constituye las conversaciones? ¿Son los comentarios? ¿Son los enlaces? ¿Podría haber conversación sin la posibilidad de introducir comentarios y hacer referencias vía trackback?
Como punto de partida, el autor sostiene que el fundamento de las conversaciones son los enlaces; es la naturaleza hipertextual de la Web la que prima, por encima del grado de interactividad que proporcionan los comentarios.
Me parece que tiene cierto sentido el planteamiento. En muchos casos podemos constatar que los comentarios añadidos alrededor de una anotación son cualquier cosa menos una conversación; estando el mecanismo de referencia inversa poco y mal utilizado, en la mayoría de las ocasiones. La dialéctica que podría definir ese carácter conversacional de la blogosfera, se compone a base de intervenciones dispersas por la blogosfera en su conjunto que se acaban extendiendo gracias a las referencias y un mecanismo de distribución viral propio de la Red y su vertiente social.
Actualización: Una anotación de Álvaro Ramírez Ospina, me hace pensar que la apreciación de Fredrick va por buen camino. En una cultura de la velocidad, influida por una economía de la atención, es la capacidad hipertextual de la Web la que se impone, amplificando el carácter, hasta cierto punto personal, de los blogs; un mecanismo de referencias - links - y referencias inversas - trackbacks - perfectamente funcional, debería bastar para seguir el hilo de cualquier conversación, en un escenario donde la funcionalidad de "publicar" contenidos se haya estandarizado e integrado en las plataformas y herramientas de comunicación habituales. Los comentarios son una funcionalidad que hoy, permite participar en las conversaciones blogosféricas, a los habitantes que aún no se han decidido a fijar una residencia fija en esa metafórica blogociudad por la que deambulan.
Cito textualmente a Álvaro, porque me parece importante su apreciación:
"Me estimula leer como perciben otros lo que yo pienso. Y esto de escribir un diario que se mueve entre lo privado y lo público, donde el valor no reside tanto en los temas o las verdades o hallazgos personales que yo pueda formular, sino en los comentarios que estos apuntes susciten en otros, me parece que es una de las claves del crecimiento exponencial de las bitácoras.
El conocimiento avanza por relación. Es juntando dos imágenes, comparando tres conceptos, relacionando cuatro datos, como aparecen cosas nuevas. "
Fredrick se cuestiona en su post cuál es la forma más adecuada para definir una conversación o, en términos más genéricos el carácter conversacional de la blogosfera. Es decir, ¿Qué constituye las conversaciones? ¿Son los comentarios? ¿Son los enlaces? ¿Podría haber conversación sin la posibilidad de introducir comentarios y hacer referencias vía trackback?
Como punto de partida, el autor sostiene que el fundamento de las conversaciones son los enlaces; es la naturaleza hipertextual de la Web la que prima, por encima del grado de interactividad que proporcionan los comentarios.
Me parece que tiene cierto sentido el planteamiento. En muchos casos podemos constatar que los comentarios añadidos alrededor de una anotación son cualquier cosa menos una conversación; estando el mecanismo de referencia inversa poco y mal utilizado, en la mayoría de las ocasiones. La dialéctica que podría definir ese carácter conversacional de la blogosfera, se compone a base de intervenciones dispersas por la blogosfera en su conjunto que se acaban extendiendo gracias a las referencias y un mecanismo de distribución viral propio de la Red y su vertiente social.
Actualización: Una anotación de Álvaro Ramírez Ospina, me hace pensar que la apreciación de Fredrick va por buen camino. En una cultura de la velocidad, influida por una economía de la atención, es la capacidad hipertextual de la Web la que se impone, amplificando el carácter, hasta cierto punto personal, de los blogs; un mecanismo de referencias - links - y referencias inversas - trackbacks - perfectamente funcional, debería bastar para seguir el hilo de cualquier conversación, en un escenario donde la funcionalidad de "publicar" contenidos se haya estandarizado e integrado en las plataformas y herramientas de comunicación habituales. Los comentarios son una funcionalidad que hoy, permite participar en las conversaciones blogosféricas, a los habitantes que aún no se han decidido a fijar una residencia fija en esa metafórica blogociudad por la que deambulan.
Cito textualmente a Álvaro, porque me parece importante su apreciación:
"Me estimula leer como perciben otros lo que yo pienso. Y esto de escribir un diario que se mueve entre lo privado y lo público, donde el valor no reside tanto en los temas o las verdades o hallazgos personales que yo pueda formular, sino en los comentarios que estos apuntes susciten en otros, me parece que es una de las claves del crecimiento exponencial de las bitácoras.
El conocimiento avanza por relación. Es juntando dos imágenes, comparando tres conceptos, relacionando cuatro datos, como aparecen cosas nuevas. "
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