martes, enero 01, 2019

Pope

La palabra procede del ruso 'pop' y significa sacerdote... aunque también se le atribuye la acepción, como nombre masculino, de persona muy influyente en su entorno. Pope era el apelativo cariñoso y familiar con el que conocían a su abuelo los nietos de Fernando Sáez Vacas; mucho más que un maestro, un amigo, un colega y un mentor para quien suscribe estas breves palabras.

Unos días antes de Navidad, un 21 de diciembre, a un mes de su 80º cumpleaños y al hilo de uno de tantos recordatorios impersonales que los motores de inteligencia artificial de las redes sociales nos hacen llegar, recuperaba una instantánea que cuatro años atrás inmortalizaba uno de los acostumbrados encuentros que manteníamos César, Fernando, "el abuelo" como lo conocíamos entrañablemente desde años atrás y yo mismo.


Aquel encuentro resultaba especialmente trascendental; porque sin sospecharlo nosotros, iba a ser el último a tres bandas y porque nos empujaba a iniciar nuestra particular aventura editorial, culminada tres años después con "El Lado Oscuro de la Innovación". Un texto que acabaría siendo tan nuestro, como de Fernando que, tras haber perdido a la que fuera su pareja inseparable, Pilar, años antes, había quedado a merced de la hasta ahora implacable enfermedad de Alzheimer.

Sin apenas darnos cuenta, Fernando nos dejaba y se despedía de nosotros entregándonos, a su manera, su testigo intelectual en forma de carta manuscrita en la que se adivinaba su impotencia para seguir construyendo el edificio intelectual de la sociotecnología con el rigor, la constancia y el vigor de los que siempre había hecho gala.

Por algún extraño azar de la vida o de la muerte, pocos días después de que aquel recuerdo me golpeara por sorpresa, justo el día de Navidad, un 25 de diciembre de 2018, el corazón de Fernando dejaba de latir. La enfermedad que se lo había llevado años atrás les había concedido un tiempo de descuento a familia y amigos para disfrutar de la presencia de Pope y despedirle como se merecía.

La extensa obra editorial de Fernando, asociada siempre a un afán pedagógico y una honestidad intelectual inquebrantables, da pié a recordarle con alguna de sus perlas neológicas o cualquiera de sus citas a modo de aforismo; pero creo que ninguna de ellas sintetiza mejor la "complejidad" de su ambiciosa y colosal obra, que la afirmación que ilustra su particular concepción de una SocioTecnología de la Información y Cultura (STIC).

"La técnica y la tecnología deben ser reconocidas como un componente social del área de la cultura"
(Fernando Sáez Vacas, 2011)

Pero, más allá de estas palabras, me quedaré con aquella instantánea en San Mamés, con el recuerdo de las conversaciones que seguían a los callos en la sobremesa... y guardaré en algún rincón de mi memoria, a salvo de mi propia decadencia, alguna improvisada merienda que consiguió reunir en su casa a una diversidad de jóvenes y divergentes talentos de una emergente Sociedad de la Información; y para cuya organización resultaba imprescindible el empuje de su inseparable Pilar.

Lo haré con el mismo celo con el que conservo en una pared de mi despacho el grabado con el que Fernando me obsequiaba en una de tantas visitas; en las que discutíamos cualquiera de los proyectos que siempre tenía entre manos y a los que me unía mayor o menor grado de colaboración profesional.


Atrás quedaron innumerables sobremesas, paseos y conversaciones que, desde la necesaria humildad y la obligada precariedad de una desagradecida labor intelectual, nos han permitido a mi y a un buen número de afortunados profesionales compartir nuestro tiempo con uno de los pensadores más brillantes de una realidad digital en plena construcción.

Lejos de los focos y del reconocimiento público de los premios y los títulos honoríficos, el legado de Fernando ha tenido, tiene hoy y seguirá teniendo durante mucho tiempo el mejor de los homenajes: una legión de brillantes profesionales de las infotecnologías -entre los que han destacado, por motivos diversos, los miembros de la inolvidable 47ª promoción de la ETSIT - UPM, egresados en 1974- formados por este singular "maestro de ingenieros".

Fernando era un pope, sin lugar a dudas. También -y por encima de todas las cosas- era 'Pope' y "el abuelo"; y debemos celebrar haber compartido parte de nuestra vida con él... porque la vida no basta con vivirla: hay que celebrarla.

2 comentarios:

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  2. COPE TECHS
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