miércoles, febrero 25, 2004

Una cuestión de protocolo

Las populares redes de intercambio de contenidos digitales que, obviando los calificativos, se ha dado a conocer por el acrónimo de la tecnología que las soporta, el P2P, comienzan a verse como un problema serio: hay estimaciones que hablan de una quinta parte del tráfico de Internet cursado por usuarios de P2P. Comienza la proliferación de estudios sobre el impacto de este tráfico en los ISP; y ya se considera la eficiencia de los protocolos que utilizan los clientes más extendidos (Fast-Track y Gnutella). El caso es que mientras hay quien intenta comercializar servicios para proteger las redes corporativas de la amenaza del P2P, tenemos iniciativas empresariales de los propios creadores del engendro que pretenden rentabilizar su conocimiento para buscar soluciones a los problemas de tráfico que han ido suscitando los usuarios de la criatura... Es el caso de Joltid, que parte de la iniciativa emprendedora de uno de los fundadores de KaZAa, Niklas Zennström. Aunque tecnológicamente son soluciones de caching con cierta inteligencia añadida que, al menos a priori, hacen pensar en la posibilidad de aprovechar ciertos desarrollos del mundo de CDN, salvando la diferencia de matiz entre distribución e intercambio de contenidos, no deja de ser interesante estudiar la evolución de una economía de red pura, como son los intercambios P2P y los modelos de negocio a que puede dar lugar.

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