Ya lo decía Aretta Franklin, "Think!... You better Think!... Think Again!". Vuelve a repuntar el ciclo económico, se recuperan los presupuestos en los departamentos de sistemas y comunicaciones; pero los comerciales vuelven con los argumentos de venta equivocados: ahorro de costes, 'toll-bypass'... atacando directamente a la infraestructura. Ya hemos comprobado que por ahí se pincha en hueso; pero, el hecho cierto, es que si vamos por el lado de la productividad y los servicios, se suele tropezar también con deficiencias de infraestructura (software), típicamente la ausencia en la organización de un servicio de directorio único donde encontrar consolidada la información de los usuarios finales. Pero cuando no ha calado la necesidad del cambio, se impone la cultura telefónica, y hay que buscar soluciones organizativas de más alcance, como el relevo generacional (y eso lleva su tiempo). El caso es que, no es sólo la Telefonía IP la que espera una apuesta clara por una red IP multiservicio - como sustrato de la plataforma tecnológica corporativa; pero claro, para que se pueda afrontar todo lo que organizativamente implica ese cambio - inevitable por otra parte - debería existir una estrategia tecnológica, que fuera parte integrante del proceso estratégico de la compañía; y eso no es tan evidente.
Ocurre ahora, que todo el debate de la gestión de la tecnología, parece centrarse en la externalización, concretamente en el Offshore Outsourcing; los CIO intentan entender su lógica como relación estratégica a largo plazo, mientras los analistas tratan de perfilar tendencias en campos críticos como la seguridad.
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